Hola, desde Gijón
Esta es, al fin, la guía que lleváis años pidiéndome y que merece ser el primer post del substack.
Soy Isabel y soy de Gijón. Esto, que bien podría ser la presentación de un adicto en una clase colectiva es más bien todo lo contrario; soy una de esa gijonesas “tipo” que considera que su ciudad carece fundamentalmente de atractivos y “nos gusta porque somos de aqui’.
A lo largo de los últimos años, y desde mi visión privilegiada a través de los ojos de tantos y tantos turistas que nos visitan en Aliter Dulcia, he comprobado que estaba muy equivocada; Gijón no solo resulta atractiva sino que encanta a todos los que nos visitan.
Creo que no recuerdo el momento en que fui consciente de que nos estábamos convirtiendo en una ciudad turística. Poco a poco, casi sin darnos cuenta, comenzamos a dejar paso en nuestras calles a personas ávidas de disfrutar de los encantos de un puerto marinero, realmente desconocido, un lugar con una historia antigua, mucho, una ciudad acogedora y muy popular.
Al igual que ocurre con la mayoría de los pueblos, el origen de Gijón se pierde en la noche de los tiempos. La antigua Gigia o Noega, según las crónicas, era, junto con Lancia, la ciudad más importante de los astures (perdonadme carbayones (los de Oviedo ;)pero lo sigue siendo). Los antiguos historiadores de época romana decían de nuestra ciudad: “Esta tierra se encuentra fortificada por poderosos elementos naturales, montañas de agreste relieve y un mar poderoso que golpea contra sus costas”. Sobre los antiguos astures escribieron: “Son gentes de indómito valor, jamas doblaron la cerviz ante el enemigo ni fueron domados por palabras engañosas”.
Esta sociedad gentilicia reservaba un papel preponderante a la mujer. Eran ellas las que heredaban y los hombres los que corrían con la dote. Poseían una épica muy desarrollada, los bardos astures cantaban gestas de batallas y de dioses antiguos y en las fiestas, bailaban al son de una flauta y trompetas. En las noches de luna llena se celebraban grandes fiestas en las que intervenían hombres, mujeres y niños. Grandes danzas en honor a un Dios desconocido cuyo nombre no podía ser pronunciado, bailes que celebraban la naturaleza viva y a sus potencias telúricas. Eran un pueblo feliz y risueño que celebraba todo lo que la vida y la tierra les ofrecía y sí, así continúa siendo.
Guerreros hasta el delirio, en palabras de Josefo, Roma y su Augusto Octavio se encuentran con un pueblo que puede marcar con el estigma de cobarde a toda una legión romana. Es finalmente el general Antistion quién, en el 22 a.e, consigue una victoria que obliga a los astures a refugiarse en el monte Medulio donde fueron hostigados por los ejércitos de Carissio y Furio y así, antes de caer en manos enemigas, se envenenaron con raíz de tejo, se arrojaron a hogueras y mataron a sus propios hijos antes de verlos cautivos.
Estos astures, los cilúrnigos, habitaron el primer asentamiento conocido de Gijón en la Campa Torres.
Se dedicaban a la ganadería y a la metalurgia. La agricultura se limitaba a la recolección de algunos cereales mientras que eran increíblemente diestros en la pesca con caña y la caza. Durante el siglo I d.e los romanos cambian su nombre por Oppidum Noega y, además de cambiar y transformar las viviendas, erigen un monumento al emperador Augusto, las Aras Sestianas, del que solo se conoce una gran lápida y que hoy en día se encuentra en colección privada.
Con la fundación de la ciudad romana de Gijón, en el siglo II d.e, el castro se fue despoblando y su población instándose progresivamente en la ladera del Cerro de Santa Catalina. El germen del Gijon actual fue llamado Gigia por los romanos implantado en lo que hoy es el barrio de Cimadevilla.
Podéis visitar el castro de los Cilurnigos:
De Octubre a Marzo:
10:00-17:00 Martes a Domingo.
De Abril a Septiembre:
10:30-19:00 Martes a Domingo.
Cerrado:
Todos los lunes del año.
1 y 6 de Enero, Martes de Carnaval, 15 de Agosto, 24, 25 y 31 de diciembre.
Cimadevilla es el alma de la fiesta. El barrio más auténtico de Gijón, no hay turista que no acabe paseando sus calles, subiendo las cuestas del cerro y dejándose mecer bajo la confluencia de vientos del Elogio del Horizonte de Chillida. Cimadevilla, Cimavilla para los gijoneses y Cimata para los más jóvenes, es el lugar en el que se respira la verdadera esencia de Gijón. Tradicional barrio de pescadores, epicentro de la noche gijonesa y origen de la cultura playa (playos, gijoneses de pro). A pesar de que presume de tradición es pura vanguardia.
El Elogio se ha convertido por méritos propios en el símbolo de la ciudad. Cada una de sus caras ofrece una perspectiva distinta de un Gijón que se recorta tras sus pétreos lados.
Para recorrer el barrio hay que comenzar en la Plaza Mayor, allí donde se encuentra el clásico hotel Asturias, el protagonista urbano de la recordada y oscarizada película Volver a Empezar. Atravesando el arco de la zona oeste nos encontramos en la Plaza del Marqués con la estatua del rey Pelayo en su centro, el esplendor barroco del Palacio de Revillagigedo y la colegiata de San Juan Bautista, escenario de conciertos a lo largo de todo el año. Si caminamos hacia el mar, nos encontraremos con el Monumento a la sidra, un árbol construido con botellas vacías que nos invita a pensar en lo fundamental de reciclado. Caminando por el paseo marítimo que en Gijón llamamos “muelle” llegamos al espigón que cierra el paseo, un sufrido muro de contención que tantos días al año es sobrepasado por las olas que la fuerza del Cantábrico arranca al agua. Subimos por la Cuesta del Cholo y nos colamos entre las callejuelas siempre llenas, siempre vivas.
Un poquito más adelante podemos admirar la Capilla de la Soledad del siglo XVII, sede espiritual del Gremio de Mareantes.
En la calle Artillería se encuentra la vanguardista escultura Nordeste de Joaquín Vaquero Turcios, ese nordeste tan esperado en los veranos gijoneses al ser el que barre el viento y asegura cielos limpios y soleados. No podemos dejar Cimadevilla sin admirar el nuevo Centro Tabacalera , un lugar destinado a discursos expositivos que muestran la historia de la ciudad y, en mi plaza favorita, las Termas Romanas de Campo Valdés bajo esa iglesia de San Pedro que define el perfil de la bahía de San Lorenzo, la gran playa urbana de Gijón.
El horario de visita de las Termas es el siguiente:
Martes a viernes. De 9.30 a 14.00 h y de 17.00 a 19.30 h
Sábado, domingo y festivos. De 10.00 a 14.00 h y de 17.00 a 19.30 h
Reserva para grupos: telf. 98518 51 51
Del 1 de junio al 30 de septiembre las visitas en grupos de más de 15 personas se realizarán, previa reserva telefónica, en horario de 10.00 a 11.30h.
Cierre:
Todos los lunes del año.
1 y 6 de enero, martes de carnaval, 15 de agosto, 24, 25 y 31 de diciembre.
Admiraros con el Palacio Valdés, hoy Colegio Santo Ángel de la Guarda y con la hermosa casa natal de nuestro más ilustre hijo, Gaspar Melchor de Jovellanos. El Retablo del Mar que guarda en su interior fascinará a los más pequeños, y los no tan pequeños.
Con la caída del Imperio Romano y las posteriores invasiones se produjo el abandono de la civitas gijonesa. Se ignoran las causas de su despoblamiento en la Alta Edad Media pero Gijón revive en el 1279 cuando el rey Alfonso X le otorga la condición de puebla. Llegan malos tiempos para la ciudad, intrigas cortesanas, incendios… hasta que en 1480 los Reyes Católicos dan su autorización para que se construya un puerto y se le den a la ciudad medios económicos para llevarlo a cabo. A partir de entonces surge el Gijón que conocemos, el que Jovellanos cuida y protege y al que otorga el libre comercio con las colonias americanas. Así, hacia 1794, la ciudad adquiere ya su carácter industrial y comercial que continúa ostentando en la actualidad.
En mayo de 1809 es ocupada por las tropas napoleónicas que la abandonan definitivamente en 1812. La pésima gestión del reinado de Fernando VII implica un caos en la mejora de las infraestructuras portuarias y viarias. En los años 30 del siglo XX se estrena la carretera Gijón-León y el auge de la explotación del carbón obliga a realizar obras como los ferrocarriles de vía estrecha y la construcción del importantísimo puerto de El Musel.
Ya en los años 60 tras el periodo franquista se amplía el puerto, se crea la autopista A66 y se comienza a aplicar piqueta sobre edificios históricos con desafortunadas repercusiones urbanísticas. Desde entonces, Gijón se ha modernizado y enriquecido a pasos agigantados, se han abierto playas, museos, se han recuperado edificios imprescindibles y se ha desarrollado un trabajo impecable desde el Principado para colocar a Gijón entre los destinos nacionales más demandados. Y no solo nacional, el día que mis ojos vieron a dos chicas orientales cubriéndose del sol con un paragüas, entendí que el Gijón de nuestra infancia había desaparecido dejando paso a una ciudad moderna y de vanguardia, un lugar bendecido con buen tiempo, sol y playa, imprescindible gastronomía y arte singular.
Gijón del alma.
Ya estáis aquí, habéis dormido tapados con mantita y os colocáis la rebequina sobre los hombros, queréis verlo todo, disfrutarlo todo y comerlo y beberlo todo.
Tras haber paseado por la parte más antigua de la ciudad, esa hermosa Península que mira y abraza al mar, aún os queda mucho Gijón por descubrir.
Son varios los museos para los amantes del arte. ¿Qué por dónde empezaría yo? Sin duda por la Villa (se pronuncia Vila) Romana de Veranes. A ver, esto me encanta, mi tesis abarcaba el apasionante mundo de las calzadas romanas y los edificios vinculados. Una villa es una explotación agropecuaria, es decir, una casa con parte urbana y parte rústica. En la primera vive el señor y la segunda está dedicada a la explotación del fundus, el enorme terreno perteneciente al complejo. Lo que encontramos en Veranes es esa parte urbana y señorial, una casa romana del siglo IV d.e con mosaicos, termas, patios y comedores. Un paseo por el pasado al alcance de un autobús que os deposita allí en media hora.
Los horarios de visita son los siguientes:
Del 16 de Septiembre al 15 de junio:
De Martes a Domingos y festivos de 10.00 a 15.00h | Lunes cerrado.
Del 16 de junio al 15 de Septiembre:
De Martes a Domingos y festivos De 10.30 a 19.00h | Lunes cerrado.
Semana Santa: De 10.00 a 17.00h.
Cerrado
Todos los lunes del año. 1 y 6 de Enero, Martes de Carnaval, 15 de Agosto, 24, 25 y 31 de Diciembre.´
De entre las pinacotecas gijonesas os recomiendo encarecidamente el Museo Evaristo Valle. Su ubicación es privilegiada, se encuentra en Somió, en un antiguo palacete de finales del siglo XIX en el que se exhiben permanentemente más de cien obras de Evaristo Valle. El pintor, amigo personal de Ortega y Gasset o Modigliani es uno de los representantes más destacados de la pintura asturiana de finales de siglo. Los jardines del museo son una auténtica maravilla.
Los horarios del museo son los siguientes:
Horario de invierno (octubre-marzo)
Martes a viernes, de 10.00 a 13.00 h.
Sábados, domingos y festivos de 12.00 a 14.00 h.
Abril, mayo, junio y septiembre
Martes a viernes, de 10.00 a 13.00 h.
Sábados, de 17.00 a 20.00 h.
Domingos y festivos de 12.00 a 14.00 h.
Julio y agosto
Martes a sábados, de 17.00 a 20.00 h.
Domingos y festivos de 12.00 a 14.00 h
Días de cierre del museo
Los lunes y los días 1 y 6 de Enero y 24, 25 y 31 de Diciembre.
Uno de los grandes imprescindibles de la ciudad es el edificio faraónico más grande España. El edificio no religioso porque es superado sólo por El Escorial.
270.000 metros cuadrados, una torre con increíbles vistas sobre la ciudad y un teatro con capacidad para 1756 espectadores son solo tres de los incontables datos que nos ofrece este gigante ubicado a las afueras de Gijón.
La Universidad Laboral fue construida entre 1946 y 1956 como orfanato minero, era un lugar en el que los jóvenes con pocos recursos estudiaban, vivían y se formaban. Hoy en día alberga distintas instituciones como LABoral Centro de Arte y creación industrial, el Conservatorio de música, la Escuela superior de arte dramático y la Facultad de comercio, turismo y ciencias sociales de la Universidad de Oviedo.
Fue Luis Moya el encargado de proyectar este gigante con un salón de actos con capacidad para 1500 personas inspirado en el Partenón de Atenas. Todo el edificio se articula en torno a un gran patio central de 150 metros de largo, mayor que el del Escorial y similar al de la Plaza de San Marcos veneciana.
El complejo de la Universidad Laboral de Gijón está rematado por una torre de 130 metros de altura que sigue el modelo de la Giralda o la Torre de Hércules. En su parte superior, en la planta 17, tiene un mirador al que se puede acceder mediante un ascensor y que permite ver este faraónico complejo. El interior de la torre está decorado con azulejos de Talavera de la Reina pintados a mano. Es el edificio más alto del Principado de Asturias y el edificio en piedra más alto de España.
Los horarios del complejo son los siguientes:
Del 1 al 7 de enero y del 25 al 31 de marzo de 2024: todos los días, a las 12:00 y 17:00 horas. No se realizan visitas los días 1 y 6 de enero y la tarde del 5 de enero.
Del 8 de enero al 24 de marzo de 2024: viernes, a las 17:00 horas; fines de semana y 12 y 13 de febrero (Carnaval), 12:00 y 17:00 horas.
Del 1 de abril al 30 de junio de 2024: de lunes a viernes, a las 17:00 horas. Fines de semana y festivos (1 de mayo y 29 de junio): a las 12:00 y 17:00 horas.
Del 1 de julio al 9 de septiembre de 2024: todos los días, a las 10:30, 13:00 y 17:00 horas.
Del 10 de septiembre al 31 de octubre de 2024: de lunes a viernes, a las 17:00 horas; fines de semana y festivos, a las 12:00 y 17:00 horas.
Del 1 de noviembre al 22 de diciembre de 2024: viernes, a las 17:00 horas; fines de semana y festivos, a las 12:00 y 17:00 horas.
Del 23 de diciembre de 2024 al 6 de enero de 2025: todos los días a las 12:00 y 17:00 horas. No se realizarán visitas los días 24, 25 y 31 de diciembre y 1, la tarde del 5 de enero y el 6 de enero.
Si os gusta la playa y nos visitáis en verano, os quiero adelantar que no solo de San Lorenzo vive Gijón. El enorme arenal cuenta con un precioso paseo que se puede alargar más de dos kilómetros y que os conducirá a la hermosa zona rural de la ciudad y a otras playas más tranquilas y salvajes.
Existen en la ciudad dos playas urbanas más: Poniente y El Arbeyal, pero si os gusta la tranquilidad de una playa fuera del centro, tenéis Estaño, La Ñora, Peñarrubia, Serín… para todos los gustos.
Y las sendas verdes, como la Vía verde de La Camocha o la Senda Fluvial del Piles, el rio que discurre por la ciudad.
Si os quedáis con ganas de poner más verde en vuestra vida, no dejéis de disfrutar del Jardín Botánico Atlántico, una vista que podéis combinar con la de la Universidad Laboral ya que se encuentran justo enfrente uno del otro.
Horarios del Jardín Botánico Atlántico:
16 de septiembre a 14 de mayo.
martes a viernes: 12 h (visita general)
sábados y domingos: 12 y 16 h (visita temática)
15 de mayo a 15 de septiembre
martes a viernes, y lunes (de julio y agosto): 12 h (visita general) y 18 h (visita temática)
sábados y domingos: 12, 16 y 18 h (visita temática)
Queda más, mucho más. Gijón no se acaba aquí.
Más lugares de interés y, sobre todo, esos restaurantes, sidrerías, pastelerías, tiendas y los mejores lugares donde adquirir vuestros souvenirs de vuelta.
El próximo jueves tenemos una cita con nuestro substack y con la segunda parte de la guía de Gijón.
Hasta entonces, disfrutad de la lectura.
Isabel
Me lo guardo como un tesoro, Isabel; millones de graciasss
Interesante! Lo guardaré como una buena guía para conocer Gijón, me doy cuenta que conozco poco, solo fui 1 vez. Gracias!